jueves, 28 de mayo de 2009

EL BUS ATEO VS EL BUS CRISTIANO


Esta idea del “bus ateo”, dicen que surgió como respuesta a una frase colocada en una 

web cristiana, donde aseguraba que “los ateos arderían en el infierno por toda la eternidad”.1

Entonces Ariane Sherine, del diario “the Guardian” , la British Humanist Association (BHA) y el profesor Richard Dawkins (biólogo evolucionista) comenzaron a recaudar fondos para iniciar una campaña propagandística  que reivindicara los mismos derechos y libertades que se le reconocen  a los ciudadanos con creencias religiosas, a aquellos que se denominan “no creyentes” o librepensadores. 

Esto comenzó en Londres, siguió en otras ciudades inglesas y se extendió a España, comenzando primero por Barcelona y luego Madrid. Su intención, dicen, es  abrir un debate social sobre la concepción del ser humano y los valores que subyacen en la construcción de la sociedad actual. Y dar a conocer el ateísmo.

Para otras personalidades esto es una cortina de humo,  sólo pretende dispersar las ideas, ya que este tipo de  debates entran en escena justo cuando aparecen otros problemas  más importantes y serios (crisis, desocupación, paro, etc.) 2

 “Probablemente Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta de la vida” no aclara a qué se refiere con “disfrutar”. Parece ser que los que creen en un ser Supremo no poseen esta capacidad.

Aunque la respuesta de los cristianos tampoco aclara nada: “Dios existe. Disfruta la vida en Cristo”.

 ¿Es que los seres humanos no somos capaces de disfrutar de la vida en un sistema  digno, basado en la razón, la justicia, el conocimiento, el respeto,  el amor al prójimo, el equilibrio ecológico, la colaboración, la solidaridad, y una larga lista de etc. sin tener que pensar en un premio o castigo posterior de un ser omnipresente y omnisciente?

Esto ha provocado muchas reacciones: 

Para algunos cristianos fue  una falta de respeto hacia los que sí creen, de hecho así lo han manifestado1. Claro que se olvidan de cuántas cosas imponen los creyentes en nuestra sociedad, amparados por la ley en muchos casos. Sin ir más lejos, la religión en los colegios laicos y estatales. Existen colegios religiosos  para que cada uno elija adoctrinar a sus hijos en la creencia que le plazca. 

Sin embargo, para los musulmanes, que también son creyentes, cada uno es libre de expresar lo que quiera, mientras se respete al resto. Y muchas asociaciones católicas guardaron silencio frente a este tipo de manifestaciones.1

 Una portavoz del Ayuntamiento de Madrid se pronunció al respecto indicando que “si cumplen la normativa y pagan, no nos podemos oponer”1. 

La campaña se realizó en autobuses que, en última instancia, son públicos. Tal vez los ciudadanos deberíamos tomar consciencia de lo que se hace con nuestro dinero, pues, lo público es de todos. Y deberíamos ser consultados sobre las resoluciones que se toman en todas las instancias públicas. Para ello debemos aprender a ejercer la democracia. Claro que los ciudadanos no podemos estar en todo, pero tal vez podríamos participar un poco más activamente en comisiones, asociaciones vecinales, etc.  Quizás haya que revitalizar el papel del Estado como representante del interés de los ciudadanos, como árbitro, para garantizar que las necesidades de información o innovación no estén siempre subordinadas a la rentabilidad comercial.

Es una utopía, pero creo que la clave está en modificar el modelo educativo. Educar para el análisis, el razonamiento,  estar alertas a los mecanismos de manipulación, consolidar  espacios alternativos de información y conocimiento. Donde se estimule el pensamiento auténtico, que no se deje confundir con las visiones parciales de la realidad. La educación como práctica de la libertad3. Si, es utópico desde el principio. Porque precisamente este sistema requiere mentes dúctiles, fácilmente manejables. “Los opresores pretenden transformar la mentalidad de los oprimidos y no la situación que los oprime”4.

Si todos tuviéramos la misma facilidad de acceso a los medios de comunicación podría pasar que estemos más informados o no, todo lo contrario. Tener acceso a más información no siempre es estar más enterado. Puede ser una verdadera Torre de Babel. El ciudadano de a pie está muy desprotegido en cuanto a la información que recibe. Debemos buscar fuentes veraces de confirmación de todo lo que recibimos y a veces ni siquiera solemos hallarlas sin contaminación.

 

Referencias:              1 http://www.elpais.com/articulo/espana/evangelicos/contraatacan/autobus/cristianismo/elpepuespmad/20090107elpepunac_6/Tes 

2

http://www.publico.es/espana/189564/barbera/tilda/disparate/campana/bus/ateo

3  Paulo Freire “Pedagogía del oprimido”. Ed Siglo XXI, Buenos Aires. 1970 Pág. 92.    

4 Simone de Beauvoir, “El pensamiento político de la derecha”. Ed Siglo XX, Buenos Aires, 1963. Pág. 64

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